domingo, 11 de diciembre de 2011

LOS FAMOSOS AMINO BCAA

BCAA: evidencia científica

(*) por Facundo Ahumada y Alejandro Zóccola

Across, Sport Nutrition, www.suplementosacross.com

INTRODUCCIÓN

Los BCAA no son sintetizados (“fabricados”) por el cuerpo, por lo que su ingestión a través de la dieta es esencial, al igual que en el caso de otros aminoácidos como el triptófano o la fenilalanina. Los BCAA también son oxidados (utilizados) durante el ejercicio y en la década del 70 se sugirió que constituían el tercer combustible para el músculo esquelético después de los carbohidratos y las grasas [1]. Estos aminoácidos también suelen ser incluidos dentro de bebidas energéticas y se han realizado afirmaciones que en muchos casos no cuentan con evidencia científica contundente:

1. Los BCAA constituyen un combustible durante el ejercicio

2. Los BCAA ahorran glucógeno

3. La suplementación con BCAA puede incrementar la síntesis de proteínas luego del ejercicio

4. Los BCAA pueden reducir el catabolismo proteico neto en el músculo durante el ejercicio

5. Los BCAA reducen el daño muscular

6. Los BCAA reducen la fatiga

7. Los BCAA aumentan el rendimiento

8. Los BCAA mejoran la función inmune y previenen por lo tanto la inmunosupresión

En la actualidad es notable que a pesar que todavía no hay evidencia fuerte que apoye la efectividad de los BCAA como suplementos, los atletas continúen utilizándolos [1].

Fuente de Combustible y Ahorro de Glucógeno

Los estudios detallados con trazadores muestran que la oxidación (utilización) de los BCAA se incrementa de 2 a 3 veces durante el ejercicio, mientras que la oxidación de carbohidratos y grasas se puede aumentar de 10 a 20 veces. Cabe destacar que el incremento de la oxidación de BCAA puede ser prevenido si se ingieren carbohidratos como una bebida deportiva, barra deportiva o gel durante el ejercicio.

Los estudios han demostrado claramente que la ingestión de BCAA no tiene ningún efecto ahorrador sobre el glucógeno [1]. De este modo los BCAA no juegan un rol importante como combustible durante el ejercicio, y desde este punto de vista, la suplementación con BCAA durante el ejercicio no es necesaria.

Catabolismo Proteico

Ningún estudio sobre suplementación con BCAA ha demostrado una mejora del balance nitrogenado (ingestión de nitrógeno menos excreción en el sudor y la orina) durante o después del ejercicio. Por lo tanto, la evidencia científica que apoye las afirmaciones comerciales que indican que la ingestión oral de BCAA pose efectos anticatabólicos durante y después del ejercicio o que los BCAA pueden acelerar la reparación del daño muscular después del ejercicio, es limitada [1].

Síntesis De Proteínas

Las afirmaciones comerciales indican que los BCAA incrementan la masa muscular, no obstante sin la disponibilidad de todos los aminoácidos esenciales (en la cantidad y momentos apropiados), el balance nitrogenado no se hará positivo. Dentro de los BCAA, es en particular la leucina, el aminoácido que estimulará las vías de señalización (síntesis de ARN mensajero [2]) y la síntesis de proteínas. Por lo tanto, los BCAA pueden estimular las vías de señalización, pero esto solo resultará en un incremento de la síntesis de proteínas si hay disponibles suficientes bloques de construcción (aminoácidos esenciales), producto de la ingestión de una proteína natural o en forma de suplemento [1]. A este respecto, se sabe que 20 g de una proteína completa, como las de suero, poseen aproximadamente 4 g de BCAA y 2 g de leucina. Es precisamente esta cantidad de leucina (aprox. 1,5-2,5 g) la que se ha demostrado que es óptima [2].

Se sabe también que adicionar leucina a una fuente apropiada (actualmente se sabe que la dosis ideal en una ingesta es de aprox. 20 g de proteínas) de proteínas no incrementa más la síntesis de proteínas [1, 2]. Es así que si bien en teoría los BCAA pueden ayudar a la señalización y síntesis de proteínas, en la realidad es improbable que la ingestión aislada, esto es, sin ser acompañados por los otros aminoácidos esenciales (tal como suelen realizar los deportistas) sea efectiva [1].

Hipótesis De La Fatiga Central

La hipótesis de la fatiga central fue propuesta en 1987 como un mecanismo que contribuye signficativamente al desarrollo de la fatiga durante el ejercicio prolongado (característico de los deportes de resistencia). Esta hipótesis predice que durante el ejercicio, cuando los ácidos grasos son movilizados desde el tejido adiposo, su tasa o velocidad de movilización es mayor a su tasa de captación por parte del tejido muscular, por lo que su concentración aumenta en la sangre. Los ácidos grasos y el triptófano se unen en el sangre al mismo transportador, la albúmina. Por lo tanto, si la concentración de ácidos grasos en la sangre, se incrementa, habrá una mayor cantidad de triptófano libre. La hipótesis de la fatiga central plantea que el incremento de la relación triptófano libre/BCAA resulta en un incremento del transporte de triptófano a través de la barrera hematoencefálica, ya que todos estos aminoácidos compiten por el mismo transportador para entrar al cerebro. Una vez en el cerebro, el triptófano favorecería la síntesis de serotonina, un neurotransmisor que desencadenaría la fatiga central.

Esto llevó a plantear que la ingestión de BCAA durante el ejercicio podría disminuir la fatiga central evitando que la relación triptófano libre/BCAA aumente.

El efecto de la ingestión de BCAA sobre el rendimiento fue investigado por primera vez en 1991, en 193 corredores de sexo masculino en la maratón de Estocolmo. Los sujetos se dividieron en un grupo experimental que recibía BCAA y agua, y otro grupo que recibía un placebo (agua saborizada sin BCAA). No se observaron diferencias en el tiempo del maratón de los dos grupos. Sin embargo, cuando el grupo fue dividido en corredores rápidos y lentos, se observó una pequeña reducción significativa en el tiempo del maratón para los corredores lentos que utilizaron BCAA. Los estudios que se realizaron en el futuro con diferentes diseños y tratamientos de ejercicio y diferentes formas de administración de BCAA (infusión, oral, y con y sin carbohidratos) no hallaron ningún efecto sobre el rendimiento a través de la utilización de BCAA durante el ejercicio.

Daño Muscular

En la actualidad, los estudios han demostrado un cierto efecto de la suplementación aguda o crónica de BCAA sobre los marcadores de daño muscular en la sangre después de ejercicios de ciclismo de larga duración. Los estudios han demostrado reducciones en el dolor muscular, pero no sobre la función muscular. Cabe destacar que estos estudios han sido realizados en sujetos desentrenados.

Estos hallazgos sugieren que la suplementación con BCAA estaría limitada a la disminución del dolor muscular en sujetos desentrenados.

Conclusiones:

Las conclusiones del siguiente artículo respecto a la efectividad de la suplementación con BCAA son las siguientes:

1. Los BCAA no juegan un rol importante como combustible durante el ejercicio, y desde este punto de vista, la suplementación con BCAA durante el ejercicio no es necesaria.

2. La evidencia científica que apoya las afirmaciones comerciales que indican que la ingestión oral de BCAA pose efectos anticatabólicos durante y después del ejercicio o que los BCAA pueden acelerar la reparación del daño muscular después del ejercicio, es limitada.

3. Es improbable que la ingestión aislada de BCAA, esto es, sin ser acompañados por los otros aminoácidos esenciales, sea efectiva.

4. Los estudios que se realizaron con diferentes diseños y tratamientos de ejercicio y diferentes formas de administración de BCAA (infusión, oral, y con y sin carbohidratos) no hallaron ningún efecto sobre el rendimiento a través de la utilización de BCAA durante el ejercicio.

5. La suplementación con BCAA estaría limitada a la disminución del dolor muscular en sujetos desentrenados.

Foto principal: AP Photo/Henny Ray Abrams

Contacto con los autores: fahumada@suplementosacross.com

TEXTO EXTRAIDO DE WWW.ELDEPORNAUTA.COM.AR